Falling Apart (Privado)

Todo estaba oscuro... y frío, una extraña sensación me llenaba, me encontraba solo en una oscuridad total... caminaba y escucho un llanto... el llanto de un pequeño y aparece una luz... la sigo... pero al llegar entro en un cuarto blanco, en el fondo...una cama con dosel, veo un pequeño bulto del que parece provenir el llanto...me acerco para verlo, pero volteo y veo un espejo de cuerpo entero... veo mi reflejo, mirandome con unos horribles ojos rosas y una sonrisa malvada. - ¡MIRA EN LO QUE HAS CAIDO!- me grita, arrojandose a mi, saliendo del espejo...

- waa- expreso sentandome de golpe... respiro agitado...solo una pesadilla. Miro a mi lado, veo a Ukyo dormir placidamente junto a mi, me alegra no haberlo despertado. Hace una semana que el esta conmigo, en mi casa...bueno, Mansion...uno de los privilegios de haber participado en la despiadada guerra, sonrío, pero pronto un extraño malestar me aqueja, me levanto rápidamente y corro al baño, vomitando.

- que rayos... murmura sentado en el piso sosteniendome del inodoro... me sentia debil y aun muy mareado... y recorde mi pesadilla, sacudi mi cabeza, tratando de despejarla, pero...ese llanto y mi... yo... no se que pensar, siento otra oleada de asco y de nuevo regreso el estomago.

Doy vueltas en la cama sintiendo un gran vacío, comiezo a abrir lentamente mis ojos notando que me encuetro solo. Miro por el ventanal, pudiendo observar el cielo aún teñido con sus tonos azues y negros, siendo adornado por las estrellas, por lo que descarto casi completamente el hecho de que pudiese haber salido. De repente escucho ruidos extraños provenientes del cuarto de baño, me levanto algo somnoliento y camino hasta allí para ver a Deo sentado en el piso, vomitando dentro del inodoro.

-¿Te encuentras bien?- pregunto, para luego pensar en lo que acabo de preguntar, si está vomitando es obvio que no se encuentra bien- Lo se, fue una pregunta tonta...- veo su rostro, se encuentra bastante pálido, lo que comienza a preocuparme- ¿Crees que sea algo muy grave?- pregunto ahora, esperando a que se sienta mejor para contestar.

-No te preocupes...- le respondo tomando algo de papel y limpiandome la boca- me debe haber hecho daño la cena de ayer- respondo sonriendo debilmente, me mira extrañado- regresa a la cama, voy en un segundo- le pido, me mira no muy convencido, pero me obedece, dejandome solo en el baño, cierro la puerta para recargarme en el lavamanos, mirandome en el espejo.

- ¿que Rayos me pasa? nunca he sido enfermizo, y ni siquiera comi lo suficiente para vomitar tanto- pensaba mirandose en el espejo, se miraba palido y con los labios partidos- y ¿que demonios fue ese sueño?- se pregunto recordando, el llanto de un bebe... se sento en el piso, recargandose en la pared y cerro los ojos. De nuevo estaba él, parado en la oscuridad, pero frente a él aparecio su reflejo, lo miraba con esos tetricos ojos rosas y una sonrisa malvada

''Cuanto tiempo Deo'' me dijo burlon. ''¿Que quieres?'' respondo molesto. ''Preguntarte, ¿como fue... que despues de lo mucho que nos divertimos en la guerra terminaras asi?'' me pregunto con falsa tristeza. ''Explicate'' le exijo. ''Has caido bajo, Deo... terminaste en una relación...''. ''Amo a Ukyo'' le respondo sencllamente. ''Ni siquiera eres el dominante'' me alega, comenzando a molestarse. ''Eso no me interesa'' le digo, burlon. ''Y ahora tu estas...'' señalando mi vientre, con repulsión. ''A que te refieres con...un momento'' digo tocando mi vientre, comprendiendo a lo que se refería, ''n-no,yo...no, no puede ser'' digo abriendo los ojos de par en par. ''Compruebalo'' me exije molesto

Abro los ojos, colocandome frente al espejo nuevamente, me quito la camiseta que llevaba y concentro una pequeña cantidad de energía en mi mano la acerco a mi vientre, mi sorpresa es grande cuando mi mano rebota, con pequeños rasguños...abro los ojos y me comienzan a temblar las manos... rechazo mi energía, una energía que no es mia la rechazo, las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos, habia escucha que algunos demonios eran especiales, pero, no crei encontrarme entre ellos, ahora estaba seguro, cierro los ojos, encontrandome con mi reflejo mirandome con odio.

- ''Tienes Razón'' le confirmo temeroso. ''Entonces...'' comienza a decirme. ''Si, estoy esperando un hijo de Ukyo'' le confirmo, bajando la mirada.

Regreso a mi realidad...quedandome dormido en el baño, con lagrimas en mis ojos.

Ya he pasado un buen rato en la cama, pero él aún no regresa, ya se ha demorado mucho y eso me preocupa. No escucho más ruido, así que ya ha pasado su descompensación. Vuelvo al baño, para ver si está bien, y lo encuentro tirado en el suelo, de mis ojos comienzan a escapar lágrimas, pensando lo peor; ¡NO! ¡Él no me dejaría! ¡Se que no lo haría!

Ma acerco timidamente, con miedo, miedo de que le hubiera pasado algo, acerco lentmente mi mano a su pecho, suspirando tranquilo al notar que su corazón sigue latiendo con normalidad, una sonrisa se dibuja en mi rostro, es un gran alivio saber que se encuentra conmigo. Lo tomo en brazos con cuidado, lo más cariñosamente que puedo hacerlo, y lo llevo hasta la habitación, recostándolo en la cama, arropándolo.

-Descansa mi vida- susurro suavemente cerca de sus labios, dándole un suave piquito, para luego acostarme a su lado, abrazándolo desde atrás por la cintura, sointiendo su cálida piel contra la mía, no queriendo separarme nunca de ese abrazo.

-De nuevo en la nada...- susurro encontrandome en la misma oscuridad, mi reflejo me espera de pie, mirandome con rencor. ''Como pudiste... terminar asi'' de reclamaba con asco. ''No se... como sucedio...'', respondo. ''Claro que sabes'' me dijo. ''Bueno...'' respondo, sonrojandome. ''¿que haras?'' me pregunta. ''¿a que te refieres?'' pregunto confuso. ''¿que haras respecto a esa cosa?'' dijo burlon señalando mi vientre. ''yo...'' estoy confundido. ''El embarazo de un demonio dura tres meses... pronto se te notara'' me informa. ''Pero...'' no se que responder. ''¿Que dira el padre? me pregunta.

''...'' caigo de rodillas, Ukyo...¿que diras cuando te enteres?... ''NO creo que le agrade la idea'' me dice ''Piensalo, el no te creia capaz de quedar en ese estado, puede que el no quiera familia'' dijo. ''El me ama...'' le digo. ''Ahora, pero... ¿te amara cuando estes gordo?''. ''El...'' eso no lo sabia. ''¿Te amara cuando los sintomas se vuelvan más intensos y lo molesten?'' . ''Esto...''. ''Te amara... cuando tenga que atender un embarazo tan complicado? o mejor dicho...¿te querra cuando cargues con un parasito?'' Las lagrimas brotan de mis ojos, perdiendose en esa Nada, mi reflejo llega y me abraza por la espalda. ''Se inteligente Deo, desaste de él'' me dice, dejo de llorar y lo empujo, alejandolo de mi. ''No, es mi hijo, mio y de mi amado Ukyo, no me desare de él'' le digo poniendome de pie. ''Ukyo no tiene por que enterarse, no, no quiero que me deje, solo tengo que...ser precavido para que no lo note, y...no se... no se que hare... pero se queda conmigo, tú... dejame despertar''

Abro los ojos, estoy de nuevo en la cama, Ukyo me tiene abrazado de la cintura y sonrio, debo haber estado soñando... me quito un mechon de la cara y me duele la mano, la miro y esta llena de rasguños, suspiro, no fue un sueño. Me recargo en Ukyo, el debe haberme traido, quiero sentirlo más...pero, la luz del sol comienza a ser molesta y debo hacer de desayunar. Perdón Ukyo, pero no puedo permitirte estar tan cerca, lo notarias. Me muevo con cuidado, tratando de no despertarlo. Bajo de la cama y me cambio, doy gracias que uso la ropa bastante holgada, asi el no notara el cambio en mi manera de vestir, agarro mi cabello en una coleta alta y salgo de la habitación

La mansión es bastante grande y toda decorada al estilo gotico barroco... tiene todo lo que la imaginacion alcanza a contemplar, no por nada he pasado siglos confinado aqui, me dirijo a la cocina, tengo un hambre voraz, asi que comienzo a preparar un desayuno completo, desde fruta hasta hot cakes. Pronto el aire se comienza a llenar del delicioso aroma de la comida.

Abro los ojos con algo de pesadez al sentir nuevamente esa sensación de vacío, observo en la cama sin notar a Deo a mi lado, me falta su calor, su tacto, su ternura, me falta Él. Lo necesito a él. A mi nariz llega un delicioso aroma, a comida recién hecha.

-Mi amor... Otra vez...- susurro levantándome de la cama, sintiendo su aroma antes, huele... a Deo... Busco un pantalón negro y una remera sin mangas del mismo color que se encuentran sobre una silla, cerca de la cama, y me visto, calzándome luego las zapatillas para bajar las escaleras rumbo al comedor, viendo sobre la mesa los deliciosos platillos que mi amado moreno ha preparado.

Lo noto llegar con la vajilla, depositándola sobre la mesa, sin notar mi presencia. Aprobecho para sorprenderlo, caminando sigilosamente detrás suyo, intentando no hacer mucho ruido, para llegar hasta él, abrazándolo por la espalda.

-No es necesrio que te levantes a preparar el desayuno- susurro contra su oído, notando como se estremece y suelta mi agarre, lejándose de mi- Disculpa si te asusté, no fue mi intención- sonrío, intentando acercarme, notando como retrocede a mis pasos, mirándome con una expresión extraña en su rostro, no puedo definir exactamente en que piensa.

-D... Deo...- susurro, agarrando fuertemente mi pecho, lo siento arder, tengo la sensación de miles de espinas clavadas allí, enterándose cada vez más en mi piel, llegando a lo más profundo de mi alma, destrozándola sin compación. Duele, duele demasiado, jamás había sentido algo así, y no me gusta, ¡QUIERO DEJAR DE SENTIRLO! ¡NO ME GUSTA!

Me abraza sorprendiendome, me alejo rápidamente o podría sentir la energia que emano, a cada paso que se acerca yo me alejo otro, mirandolo con cautela.

- Sientate, o se enfria- le digo con suavidad, regresando a la cocina por una Jarra llena de jugo de naranja, al volver lo miro sentado en el lugar de siempre, yo, en lugar de sentarme a su lado, como de costumbre, me siento del otro lado de la mesa, frente a él, pero alejado, comemos en silencio, noto como es que como demasiado y el me mira extrañado- Lo siento, tengo mucha hambre- me excuso bebiendo jugo, termino levantandome de la mesa, huyendo su mirada, me siento morir, pero si no me alejo, me descubrirá.

- Voy a salir, regreso tarde, tengo unas cosas que hacer- le digo dirigiendome a la puerta, veo que hace ademán de levantarse para acompañarme- lo siento, voy solo- le digo sin voltear a mirarlo- por favor, levantas los platos y los lavas, yo vuelvo en la noche- le aviso, saliendo de la mansión y caminando rápidamente por las calles, dirigiendome a ningun lugar definido, solo debo mantenerme fuera, lejos de él.

Lo escucho hablar, conteniendo las lágrimas que quieren escapar; no entiendo por qué me habla así, es como si de un día para el otro algo hubiese cambiado entre nosotros, ¿es que no se da cuenta cuanto me duelen sus palabras? Es preferible la muerte a seguir sintiendo esto, no lo soporto. Anuncia que saldrá, hago ademán de acercarme pero no me lo permite y se va, solo, cerrando la puerta tras de si.

Me quedo unos minutos derramando las lágrimas que tiempo atrás no permití que salieran. No soporto el dolor que siento, no quiero vivir así, no soporto sentir ese rechazo por parte de Deo, lo es todo para mí y si no me quiere no tengo por qué vivir. Comienzo a caminar lentamente hacia la puerta, con la mirada vacía, sin sentimiento alguno, el único motivo que tenía para vivir me esquiva, ya no significo nada para él, solo existía por él, si a él no le interesa si exiisto, entonces a mí tampoco.

Extiendo mis alas y comienzo a volar rumbo al bosque, si voy a morir deseo que sea en ese lugar, recordando la vez que lo amé por primera vez, la primera vez que nos pertenecimos el uno al otro, el día más feliz de mi vida. Desciendo al notar que he llegado a mi destino.

-Este... es el lugar donde fuiste mío por primera vez- exclamo arrodillándome sobre el césped, acariciándolo mientras lo empapo con mis lágrimas saladas, pensar que la última vez que lloré aquí fue de felicidad, una felicidad que nunca creí llegar a sentir, y ahora lloro por el más profundo dolor que en mi vida me ha atormentado- El lugar... donde aprendí a amar... donde me enseñaste a amar... Este lugar será mi lecho de muerte- exclamo extendiendo mi mano derecha, formando una flecha de hielo, la cual comienzo a acercar a mi corazón, pero antes de hacerlo debo gritarlo...- ¡DEO, TE AMO!

*Estaba caminando por el bosque...tenía tiempo que no veía a su hermano...*

-Te hecho de menos...*Susurró al viento...mientras caminaba por el bosque...tal vez esperace encontrarlo allí...ultimamente se sentía tan solo...no tenía nada que hacer...y sus superiores siempre estaban con los mismos pensamientos de siempre...lo aturdían...lo desesperaban...el unico lugar en donde podía relajarse...era el lugar en el que un día se desarroyó una pelea...y en el que un dia...conoció a la otra parte de su corazón...*

*Mientras caminaba...mientras se acercaba sabe dios a que sitio...su pecho se oprimía...sentía dolor...Las lágrimas...empezaron a emanar de sus ojos....siguió caminando...*

-¿Por qué...¿*Lloraba* ¿Por que siento esta opresion...este dolor...un dolor ageno a mi persona...un dolor...que me mata...que rompe mi corazón....?*Se preguntaba mientras seguía caminando...lo sentía tan fuerte...tan dentro de si...Paró en seco...¿Que era aquello...? ¿Que era aquello que en la fresca hieba del bosque se encontraba...arrodillado...su corazón empezó a latir con más fuerza...se aceleró...al igual que aceleró su paso...hasta finalmente echarse a correr...su hermano...su hermano...¿Que pretendía hacer con eso en la mano...? Corrió...su corazón dolia...tanto como ver esa imagen...dolor...era lo que sentía...*

*Vio como su propio hermano quería hundirse una flecha en el corazón...y justo en el momento...*

-¡¡NOOO!!*Gritó tirándose encima...dejando caer la flecha a lo lejos de ellos...Kirara se encontraba acostado encima de su hermano...de Ukyo...abrazándole con fuerza...con mucha fuerzas...sus lágrimas no paraban...ese dolor...ese profundo dolor venía del corazón de su hermano...de su querido hermano....*

-Hermano....*Susurro sin soltarse del abrazo...*

Faltan solo unos centímetros, solo unos centímetros más para terminar con mi sufrimiento, no puedo vivir pensando, no, sabiendo que ya no me quiere, me daña demasiado, no quiero seguir sufriendo. El hielo toca mi pecho, solo un poco más y habré desaparecido de este mundo.

Cuando siento como la flecha comienza a perforar mi piel oigo un grito desgarrador, sorprendiéndome de sobremanera al reconocer la voz, es... mi hermano. Siento que se tira sobre mi, provocando que la flecha vaya a parar lejos de mi alcance, impidiendo mi objetivo.

-Kirara...- exclamo, llorando amargamente, vio lo que iba a hacer, ¿acaso es por eso que él también llora? Me abrazo con fuerza a su cuerpo, sin dejar de derramar lágrimas- Hermano... ¿Qué haces... aquí?

-¿Por qué....por qué...? *Llora con desesperación...tanto dolor...el....* ¿Por que querias dejarme solo...?`por que querias acabar con tu vida...?¿Por que...?*Llora aferrandose a el...como habia sido capaz....*

-No entiendo...no emtiendo...querias acaso...querias acaso dejarme solo...¿Por que tanto sufrimiento...? Me duele tanto.....-Dijo ...el...solo queria ver a su hermano...y cuando lo logra...lo ve en las peores de sus faces...*

-¿POR QUE...?*Grita esta vez aferrandole con mas fuerza...*

-Ki...rara...- es lo único que puedo decir, algo hice para dañar a Deo, no se que fue pero algo debo de haber hecho, y ahora a mi hermano, mi única familia, está llorando, por mi culpa, ¿por qué? ¿por qué solo causo daño a las personas que amo? Hermano; me hubieses permitido acabar todo esto, solo existo para dañaros, a tí y a Deo, las dos personas que más adoro en esta vida.

-No puedo...- intento responder a su pregunta- No puedo... vivir así... Deo... A él ya no le importo... Y me duele... demasiado... el saberlo...- exclamo entre sollozos, se que parezco un niño comportándome de este modo, pero no puedo evitarlo, jamás había sufrido tanto como hoy, jamás había sentido mi corazón destrozarse poco a poco, y es algo insoportable, el dolor más espantoso que se puede imaginar siquiera. Me pregunto que estará haciendo ahora mi Deo, no, ya no es mío, ya no...

Camino apretandome el pecho, me duele, debe ser por lo mal que trate a Ukyo ¿o por algo más...? es cualquier caso el no se merecia que lo tratara asi, pero... ¡No se que hacer! ¡Ni siquiera se si sere un buen padre! no se como cuidar a un bebe, no tuve madre el tiempo suficiente como para darme una idea, y aun que la hubiera tenido, dudo que hubiera sido un buen ejemplo...

Sin darme cuenta termine en un barrio Humano, y vi a dos mujeres paseando cada una a su bebe y hablando entre ellas, sonreí, guarde silencio y las seguí con cautela, subiendome a un árbol, ellas se sentaron bajo ese árbol y yo puse mucha atención.

''Que grande esta tu bebe'' decia una. ''si, cada dia se parece más a su padre'' respondia la otra cuando el bebe se puso a llorar. ''No, no llores amor, toma'' le da un osito de tela que el pequeño abraza cariñoso, cuando el otro bebe se pone a llorar tambien, la mujer se descubre un pecho y acerca al pequeño, amamantandolo, a Deo lo cubre un leve rubor. ''¿Todavia lo amamantas?'' pregunto la otra. ''si, hasta que se pueda sentar solo se deja de amamantarlo, ademas de empezar a darle comida solida'' le dice una a la otra. El otro niño se pone a llorar y la mujer lo toma en brazos, para luego hacer una mueca de asco, saca un pañal y comienza a desvestir al niño, cambiandole el pañal. ''Listo bebe, estas limpio'' le dice jugando con el, el pequeño rie, y las mujeres siguen hablando de cosas sin importancia, hasta que se despiden y se van.

- Sera maravilloso- sonrie cerrando los ojos, tocando su vientre- espero que te parescas mucho a tu papá y te prometo pequeño, que me esforzare mucho, aun que sea solo, pero te cuidare y te querre mucho, aun que ya te adoro- decia, sonriendo, disfrutando del delicioso clima.

-Ukyo...*Susurra el ángel sin dejar de aferrarse al demonio...* No..no puedes estar seguro...A mi....*Se levanta de encima del demonio...este tambien se incorpora quedando los dos de frente....* A mi si me importas...dime...¿acaso eso no cuenta...?....yo...eres mi hermano Ukyo...no has pensado en como me sentiría yo...en lo culpable que se sentiría Deo si tu....si tu...*No quería si quiera mencionar esa palabra...no se imaginaba a su hermano...muerto...no...no se lo imaginaba...nop ahora que se habían encontrado uno al otro...*

-Cuentame lo que ha pasado...dejame intentar ayudarte...desahogate....llora...llora hasta quedarte sin lágrimas....pero...pero no me dejes solo....no quiero volver a estar solo...hermano....hermano por favor....*El demonio parecía no estar...solo en sus pensamientos...parecía como si estuviese batallando en su cabeza...."¿Que piensas hermno?" piensa Kirara al verlo de tal forma...no puede evitar abrazarlo de nuevo...siente tan adentro su dolor...su dolor desgarrador...que siente...como si ese dolor le perteneciese tanto a su hermano como a él...*

-Ukyo...*Dice su nombre...quiere que sepa que sigue ahí...que su hermano seguirá ahí pase lo que pase...que estará ahí para calmar su dolor...que estrá allí...para hacerle recuperar la sonrisa...después de todo...eso era lo que los hermanos hacían...apoyarse mutuamente uno de otro....*

Escucho las palabras de mi hermano, las cuales se me entierran en lo más profundo de mi alma, siento arder de forma horrible mi pecho, una sensación espantosa, si ya de por sí el dolor era insoportable ahora lo es aún más. Intento hablar, pero de mi boca no sale una sola palabra, comienzo a deambular por mi mente, recordando a Deo, me daña demasiado el hacerlo, pero no puedo olvidarlo de un día al otro como si no hubiese significado nada en mi vida.

-"¡Soy un imbécil!"- me grito a mi mismo, las palabras resuenan como un eco en mi mente- "Lo supe desde el principio, sabía que no funcionaría ¡Soy un demonio por Dios! El peor de todos, no tengo derecho a amar, no tengo derecho a sentir algo tan puro como lo es el amor"- exclamo cayendo de rodillas a lo que sería el suelo comenzando a llorar como nunca... Aquí nadie me ve, aquí nadie me escucha, aquí puedo llorar sin pudor alguno hasta que ya no me queden más lágrimas.

*Lo abrazó con fuerza...no dejaría que sintiese el dolor solo....no lo permitiria...*

-Hermano...por favor...hermano....no...no sabes cuanto me duele verte asi...por favor....*Le susurraba al oido...no queria verlo asi...no quería...se sentía tan mal...* Hermano...yo te quiero....*Le susurraba palabras que contuviesen amor...que le hiciesen saber que no estaba solo...y que la muerte era algo inutil...no era necesaria...por que...se vive con dignidad...no se muere con ella...*

Veo a Kirara sin verlo realmente, mis ojos encuentran los suyos pero mi mente sigue divagando, casi absolutamente inconsciente de todo lo que sucede; intento enfocarme en él, salir del encierro en el que me he sumergido, escucho su voz e intento seguirla hasta que al fin puedo verlo, luego de varios minutos que parecieron siglos.

-Her...mano...- susurro con poca voz, casi se me ha olvidado como hablar, las palabras se atoran en mi garganta sin querer salir al exterior- Por... favor... Te... nece...sito...- exclamo sintiendo como soy abrazado por él, recibiendo su calor, su cariño, ambas cosas que necesito mucho en este momento.

*Lo abraza fuertemente al oir sus palabras...*

-Y yo a ti hermano...y yo a ti...estare siempre a tu lado...lo prometo...nunca te dejare....estare para lo que me necesites...siempre contigo...apoyandote...siempre...*Le dijo en suaves susurros...llenos de amor fraternal...llenos de un amor que solo un hermano es capaz de dar...*

-Siempre...hermano...Ukyo...siempre estare contigo...a tu lado...pase lo que pase....

Me acurruco en su pecho como un cachorro, en busca de protección, protección que solo él puede darme en este momento, mientras escucho las dulces palabras que me susurra, palabras tan llenas de... ¿amor? ¿estoy recibiendo amor? Si... Esto tan agradable que siento tiene que ser amor.

-Hermano... ¿Me permitirías quedarme contigo un tiempo?- noto la cara de sorpresa que me demuestra, es algo normal, estoy casi seguro de que no se esperaba esta petición- ¿Podrías acogerme en tu casa? No puedo regresar a la casa de Deo, no soportaría un día más su frialdad y lejanía. y no quiero quedarme solo

*Se sorprendió ante esas palabras...queria quedarse con el...sonrió....*

-Claro...claro que puedo acogerte en mi casa...siempre tendras la puerta abierta ante calquier situacion...tu...y todos los tuyos...siempre tendras mi ayuda...por que eres lo mas importante en mi vida hermano...lo mas importante...eres mi amigo...mi familia...mi hermano...todo lo mio será tuyo...asi que mi hogar...es el tuyo propio...*Dice con una gran sonrisa...abrazando a su hermano mientras acariciaba tiernamente su espalda...y depositava un beso en su frente...*

Cierro los ojos ante el gesto de Kirara, sonriendo dulcemente; no se que sucedería si fuese solo a casa, necesito apoyo en este momento, necesito a mi preciado hermanito junto a mi. Preciado... Hace tan solo una semana que lo conozco y ya es mi "preciado hermanito"; no, quizás eso aparente, pero siento como si lo conociese de toda la vida.

-Necesito que me acompañes a casa de Deo por un par de cosas, salió poco antes que yo dando a entender que se tardaría un buen tiempo, así que creo que podremos llegar, tomar las cosas y salir antes de que regrese, pues no quiero verlo- exclamo mientras mi voz se apaga cada vez más, deseo con cada fibra de mi sr volver a verlo, pero no como lo ví hoy en la mañana, con esa expresión fría y distante, sino como hace un par de días, irradiando calidez y ternura- ¿Podrías hacerlo?

-Claro...te acompañaré...no te dejare solo....*Dijo levantandose y ayudando a su hermano...sonriendole calidamente...el castaño no menciona palabra...y los dos comienzan a caminar hasta las afueras del bosque...*

-Espero...*Rompe el silecio* Que te sientas comodo en mi casa...quiero decir...en nuestra casa...*Sonrie* Tambien quiero avisasrte que a veces sule venir un amigo a quedarse...pero no hay de que preocuparse...es buena gente...pero...estoy seguro de que te va a gustar mucho...

-No te preocupes hermano- lo veo a los ojos, intentando sonreir sinceramente, aunque aún no logro hacerlo, así que expreso solo una leve mueca curva- No me molesta, y gracias por aceptarme en tu hogar.

Luego de un tiempo caminando llegamos a casa de Deo; abro la puerta con mi juego de llaves e ingreso, viendo todas las luces apagadas; como lo supuse él aún no regresa, y quizás eso sea lo mejor, no creo resistir el verlo nuevamente como hoy, y también será mejor darnos prisa por las dudas de que ya esté llegando.

Subo a la habitación, abriendo los cajones del ropero para sacar la mayorí de las prendas, solo lo escencial para esta estación, ya cuando cambie veré que hago. Deposito todas las prendas dentro de un bolso, junto con un par de cosas más, y bajo las escaleras para ver a Kirara que me espera abajo, de pie junto a la puerta.

-Disculpa que no te hice sentar- digo al notar que no lo había hecho-Ya tengo todo así que podemos irnos.

*Sonreia mientras seguian el camino... odiaba ver a su hermano trite...y bueno...haria todo lo que estuviese en esus manos por alegrarle...por que su sonrisa se volviese a dibujar en sus rostros...*

*Caminaron un largo trayecto hasta llegar a una casa...en la cual pararon y Ukyo abrio la puerta entrando...Kirara se quedo en la puerta...observando desde fuera el hogar en donde hasta ahora vivia su hermano...era hermoso...verdaderamente hermoso...el lugar se veía con bastantes lujos...se daba un aire con la de Kirara...pero solo un poco...*

*"Disculpa que no te hice sentar" oye decir, sacandole de sus pensamientos...*

-No te preocupes...*Sonrie* Nos vamos entonces...*Lo toma de la mano...mirandole tranquilizador-...* Volveras a este hogar en cuanto todo se arregle...lo prometo...*Sonrie...el amor que le tenia su hermano a Deo...era demasiado fuerte...y de alguna forma...creia que el de Deo tambien...Comenzaron el camino a casa de Kirara*

Llevo el bolso con una mano y con otra tomo la de mi pequeño hermanito, ese niño tan dulce al que amo desde que lo conocí. Caminamos por las oscuras calles, ya ha anochecido aunque parezca que no ha pasado tanto tiempo, rumbo a su casa. En el camino se forma un silencio un tanto incómodo, quizás demasiado, pero no hago nada por romperlo; no es que me agrade del todo, pero no soy muy bueno sacando tema de conversación.

Miro su rostro, se ve algo extraño, tiene una expresión que nunca antes había visto y que no se definir; no se si es odio, tristeza, felicidad, incomodidad o una mezcla de varios de ellos. Nota que lo observo y hace lo mismo, clavando sus preciosos ojos en los míos.