Aterrizando otra vez...

Ya habia llegado a casa, depues de aquel incidente en la carretera, lo primero que hice fue darme una ducha y seguir con el trabajo pendiente, me meto a la oficina a revisar las toneladas de papeles que tenía a mi alrededor, me sentía cansado, por lo que empezaba a dormitar en mi sillón, cuando un extraño ruido hace que despierte, tal vez un agato que callo mal en el tejado,, no le doy importancia ya que ya no se oia nada, me vuelvo a recostar un rato, dos horas mas tarde, decido ir a mi cama el sillón era bastante incomodo como para dormir en el toda la noche, en ese momento recordaba que la puerta de la terraza estaba abierta y me dirijo a cerrarla, sorprendiendome al ver a un ángel acostado en el piso y con el frio que estaba haciendo, me acerco a el y lo tomo en mis brazos, me dirijo hasta la habitación de huespedes y lo coloco en la cama cobijandolo, ya que estaba muy frio. Que hace un angel vagando a altas horas de la noche? Pense.

Le veía dormir tranquilamente, pero entre abre los ojos ese pequeño ángel y repentinamente me da un abrazo, pero no digo nada, aun estaba dormido, solo me dejo hacer y escucho el susurro de su voz. En el fondo de mi corazón conocía esa sensación, pero no podía recordar claramente, aún faltaban recuerdos que recuperar, pero era paciente sabia que tarde o temprano recordaría todo y a todos en algún momento. Lo único que podía hacer era contestarle a ese hermoso ángel que se encontraba abrazándome.
Aquí estoy, no te preocupes yo te cuidare.
Devolviendo al mismo tiempo el abrazo.

El pequeño ángel despierta, mostrando una mueca de dolor.

No te preocupes, todo esta bien, te has lastimado cierto? Dime donde, yo te revisare y te a yudare, no debes por que temer

Le miro a los ojos, para tratar de convencerlo, al mismo tiempo siento que yo ya habia visto a este ángel en algun momento, pero no podia visualizarlo bien.

No te preocupes, no estas molestando para nada, si necesitas un lugar donde quedarte puedes usar mi casa, para mi no es molestia todo lo contrario, es bueno tener compañía.

Me levanto y enciendo la lampara que se encuentra sobre la mesa de noche. Me vuelvo a sentar en la cama y sostengo el pie que tenia lastimado.

Se esta hinchando tu pie, voy a ir por unos hielos y una venda, ya que también tienes un pequeño raspón, espera aquí, no te vayas a ir.

Me levanto y salgo de la habitación para ir a la cocina y llevar unos hielos.

Bajo hasta la cocina y poner unos hielos en una bolsa...que estaba haciendo ese ángel aquí? estará perdido?... me empezaba hacer preguntas hasta que caigo en la cuenta que su presencia la había sentido anteriormente mientras estaba en la carretera hace algunas horas. No doy mucha importancia aparentemente. Voy al botiquín del baño y saco un ungüento y la venda. Subo de nueva cuenta a ha habitación encontrando al ángel pensativo sentado en la orilla de la cama.

Necesito que te recuestes para colocarte los hielos.

Le digo y ayudándolo acomodarse de nueva cuenta en la cama.

Tu tobillo esta muy inflamado, solo dejaremos el hielo unos minutos, después te pondré el ungüento y la venda.

Sostenía el pie del pequeño sin hacer preguntas, no era el mejor momento de agobiarlo con ello. Ya habían pasados tres minutos aproximadamente, alejo los hielos y coloco el ungüento, le doy un pequeño masaje y empiezo a vendar tu pie.

Termino de vendar el tobillo del pequeño, cuando me pregunta quien era. No sabia si contestar con mi nombre humano o con el de eras pasadas.

Mi nombre Humano es Reiji Aoe, y mi nombre antiguo Miguel. Cual es tu nombre?

Le miro directamente a los ojos, había terminado por decirle ambos nombres.

Con que Shiro, esta bien Shiro, ya esta listo tu pie. pero no podrás moverlo durante unos días, así que tendrás que pasar algunos días aquí.

Dije, mientras repasaba mental mente su nombre, algo me decía que no era su nombre real, pero no diría nada al respecto.

Esta bien, puedes quedarte aquí, no eres una molestia, además tengo dos habitaciones de sobra, podrás quedarte en una de ellas, mientras te recuperas. A donde vives?

Decía mientras me levantaba de la cama.

Quieres algo de comer? Supongo que estas hambriento.

Escuchaba atento su relato.

No tienes por que preocuparte, puedes quedarte el tiempo que quieras, y no, no es molestia el que tu estés aquí, además después de tanto ajetreo tengo hambre y no me molesta cocinar para dos personas, espera aquí en un momento subo.

Salgo y dejo la puerta abierta.

Antes de ir a la cocina, entro a una de las habitaciones extra y la arreglo para Shiro, pero escucho un ruido proveniente del pasillo, me asomo y veo a Shiro cojear por el pasillo.

A donde crees que vas, te dije que no debías moverte, esta bien, te llevare de vuelta a la cama

No seas necio.

Me acerco a el y lo tomo en brazos.

Si no quieres dejarme solo, entonces acompáñame a la cocina, además no puedes bajar los escalones con ese pie así.

Empiezo a caminar hasta los escalones y bajarlos hasta llegar al final y después caminar hasta la cocina.